
Aunque al principio no estaba claro si lo que quería era comérselo o agitarlo, al final, como muestra la imagen, Adriana se puso a leer su primer libro. Ahí (aunque no lo verbalizaba) estaba pensando en el concepto elefante. Es un libro de animales muy blandito del que no se desprendió en toda la tarde. Estamos buscando una edición blandita del
Quijote o de
Crimen y castigo, pero en la Fnac no tenían.
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