!Por fin ha salido el sol!!Por fin un día sin lluvia ni perturbaciones ciclónicas!
Nosotros hemos aprovechado para pasear al aire libre (y no por los dichosos centros comerciales). Eso sí, como no podía ser de otra manera siendo Zaragoza, el cierzo ha tenido bastante protagonismo. Aprovechamos para ver el río, que está bastante crecido (de hecho parecía que se ha llevado el embarcadero del Naútico). El día estaba tan despejado que desde el puente de Piedra se podía ver a lo lejos el Moncayo, todo nevado, como si del mismo Fujiyama se tratara.
Como demuestra la fotografía, fue imprescindible cubrir a Adriana con esa especie de plástico de invernadero que cubre el capazo. En Zaragoza estos plásticos sirven, más que para la lluvia, para intentar protegernos del azote del viento. En la imagen, el brillo del sol, las arrugas, los vistoso colores, son el envoltorio que esconde, al fondo, a la pequeña Adriana
No hay comentarios:
Publicar un comentario