Por lo que hemos podido leer por ahí, a diferencia del oído, un sentido que se desarrollo totalmente al final del primer mes, el sentido de la vista se desarrolla gradualmente en los siguientes 6 meses. Aunque al nacer los ojos de Adriana tienen la capacidad física para ver sin problemas, su cerebro todavía no está preparado para procesar toda esa información, por eso lo ve todo borroso. Por supuesto que distingue la cara de las personas, las luces, algunas formas y movimientos, pero todo lo percibe borroso.
Una de las cosas más divertidas de las primeras semanas era que los ojos de Adriana se le cruzaban y bizqueaba. Con el paso de las semanas aprenderá a enfocar ambos ojos y a que no se le crucen.
Ya es capaz de seguir con los ojos los objetos que se mueven. Algunos colores no los termina de diferenciar, por eso hay libros que recomienda usar patrones en blanco y negro o con grandes contrastes para jugar con ella.
Nosotros por lo pronto hemos colocado algún móvil cerca de su capazo, para que puede mirarlo. Y la verdad es que lo sigue.
Pero siempre resulta más divertido que lo que haga sea mirar la cara de sus papas o de otras personas.
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